miércoles, 7 de noviembre de 2012

AUMENTO DEL EFECTO INVERNADERO



El efecto invernadero se denomina al calentamiento de la superficie terrestre. La atmósfera es prácticamente transparente a la luz visible e infrarroja de onda corta que nos llega del Sol. La mayor parte de ella es absorbida y se vuelve a emitir en forma de radiación infrarroja de onda larga. Esta energía al ser captada por algunos gases de la atmósfera se transforma en calor. Es decir actúan como una manta que impide que la Tierra se enfríe, recuperando parte de la energía devuelta por la Tierra.
El E.I. natural es importante, pues permite la vida en la Tierra en las condiciones que conocemos.
El oxígeno y el nitrógeno, componentes mayoritarios de la atmósfera, no captan los rayos infrarrojos terrestres, siendo los componentes minoritarios, cuyas concentraciones son muy dependientes de las actividades humanas, los que realizan esta acción.
La cantidad de calor que atrapan y por tanto la contribución al E.I. está en función de sus concentraciones, y de su capacidad para absorber los rayos infrarrojos. Sus concentraciones dependen de la actividad human y también de los ciclos terrestres de materia que los emiten, absorben y retienen de manera natural. Su incremento provoca una elevación de la temperatura terrestre. El gas de mayor influencia es el dióxido de carbono.
La consecuencia de este calentamiento global, sería un cambio climático en todo el mundo, con diferente distribución de tierras y mares por el ascenso del nivel del mar, por deshielo de los casquetes polares y aumento del volumen del agua al aumentar la temperatura. Se verían afectadas las cosechas y todos los ecosistemas.

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